Descripción
Walter Vargas, por lejos uno de los mejores profesionales, se encarga de diferenciar al periodismo futbolero del deportivo, aunque también lo conjuga con aquel de temas generales. Refiere a la falta de amor por la actividad, a la búsqueda del estrellato en lugar de ejercer la profesión de la mejor manera y al abuso del lenguaje canchero o fierita por parte de varios (muchos) periodistas. Todo con ejemplos y siempre con respeto hacia los mencionados.
Cuenta una anécdota genial de cuando lo invitaron al programa Intratables. “Fue uno de los ratos más incómodos de mis casi 38 años de ejercicio profesional”, recuerda. También habla de aquellos que utilizan el tiempo de aire (radial o televisivo) contando como noticia del día hechos de su vida personal en lugar de dar informaciones. Dedica un capítulo al diario deportivo Olé, donde trabaja. Destaca sus cosas buenas y malas y sintetiza: “Quiero a Olé como se quiere a esos amigos que a veces se van a la banquina, pero merecen ser queridos y acompañados”.
Otros temas son el el chupamedismo por Maradona y -en otro capítulo- a las estrellas de turno, las mujeres en el periodismo futbolero y los ex futbolistas que toman el micrófono como medio de vida. Hay espacio para cierta melancolía al referir a aquellos maestros periodistas que lo marcaron y recuerda al Negro Fontanarrosa y destaca su brillante libro, No te vayas campeón, una joya del fútbol argentino que no se ganó en la historia de la literatura el lugar que se merece.
Este libro es ideal para periodistas -de cualquier rama- o para quienes van camino de serlo: estudiantes, pasantes, recién incorporados a los medios o lo que se imaginen.