Descripción
Cristian Grosso y Fernando Pacini, dos periodistas serios, se encerraron en una habitación en donde figura la historia del fútbol argentino y se propusieron mirar en todos los rincones sin dejar de mirar lo que había debajo de cada piedra.
La idea que los alentó fue tratar de entender. ¿Qué fue lo que nos pasó? ¿Cuándo fue el momento del quiebre? Qué hacer para volver a ser quienes fuimos, en donde la caballerosidad era ‘no negociable’.
En el camino encontraron una frase excepcional: “¿Desde cuándo la derrota dejó de ser una opción?
En mi época no se gritaban los goles de penal, porque se interpretaba como una afrenta y una falta de respeto al rival caído. Sin simulación y sin lugar para los ‘vivos/ventajeros’. Hablábamos de fútbol. Y teníamos pasión, pasión porque nos sentíamos representados: disfrutábamos del triunfo y sufríamos la derrota, pero no queríamos ‘exterminar’ al rival ni eliminarlo de la escena. Al contrario, cuanto más respetado era, más servía para validar el triunfo.
Fernando y Cristian quieren volver a hablar del juego, de qué hacer cuando ‘tenemos la pelota’, cómo hacemos para ‘pasárnosla entre nosotros’ eludiendo los obstáculos que nos pongan. Por dónde los atacamos, con cuántos y con quiénes.
El contexto es asfixiante. La sociedad cambió, pero creo que fuimos nosotros, los periodistas, los mayores responsables del proceso que culminó en esta descomposición, con un cuerpo infectado y purulento, que terminó privilegiando lo accesorio y descuidando lo esencial.
El libro ofrece un excelente punto de partida para volver a debatir ideas. No es poco. Disfrútelo. Vale la pena. (Adrián Paenza)