Descripción
El fútbol es pasión de multitudes. Frase que vincula inmediatamente a los argentinos con el deporte que es parte de nuestro folklore, que está metido dentro de nuestra idiosincrasia. Para los argentinos el fútbol tiene lugar en nuestro quehacer cotidiano, está en las charlas de todos los días, nuestro corazón palpita con una victoria o con una derrota. Todos somos técnicos, y ponemos o sacamos jugadores para el próximo partido. Pero también somos presas del exitismo, y los resultados son los que gobiernan. La argentinidad al palo, como canta la Bersuit. En pueblo chico, todo toma otra dimensión. Más, si hay un equipo que representa a la ciudad en torneos «grandes». Por eso, para los campanenses todo es de color violeta. El «Viola» marca el ritmo de la ciudad. Hasta el menos fanático lee el diario local del martes cómo salió Dálmine el fin de semana. Y esto ocurre desde hace 60 años. Si, ya hace 60 años que Villa Dálmine está metido en la piel de cada uno. Que con sus triunfos y sus derrotas, con sus ascensos y sus descensos, con su juego bonito muchas veces, con uno sin brillo en otras va calando hondo y se hace pasión en cada uno. 60 años ya que todos tenemos VIOLETA EL CORAZÓN.